14 ene 2008

EL TEATRO DEL PARQUE: un domingo cualquiera

La magia que supone la media hora de espectáculo en el teatrito del Parque Vial suele tener un preámbulo por pocos conocido . . . a no ser que éstos sean titiriteros del dia a día.

Seguramente esta es rutina de todos los días. Revisar la obra que se tiene pensada presentar en domingo, darle los retoques necesarios a los objetos y muñecos... ensayar la obra... una y otra vez, para que al menos alcance el nivel de la última presentación... sino, mejor si va madurando mas cada día.

Al llegar el domingo, acomodar cada elemento en el espacio que se le tiene destinado en el auto; tomar nota si algo no se nos queda olvidado... ahh, cambiar el rótulo en la pizara de anuncios... desplazarnos por la ciudad casi vacía hacia el ParqueVial; ya en éste, vaciar el teatrito (convertido durante toda la semana en depósito de los juegos inservibles del municipio) y darle a la limpieza, en el intento de otorgarle algo de descencia al único espacio que Bolivia tiene para los títeres.

Luego comenzará la música y los anuncios por el alto parlante y; faltando quince minutos, emergerá por la puerta del teatrito el famoso "mono parlanchin" que se dará a la tarea de invitar a los niños que juegan por el Parque, a la función que ya se acerca. Sonarán las tres sirenas y se abrirá el telón... cada domiongo, tres veces cada vez, hace cinco años.

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