Hace unos meses, pocos habrían dudado de la validez histórica de los cambios que había emprendido Bolivia, a la cabeza del presidente y el instrumento político que lo impulsa.
De manera particular, los artistas habíamos depositado nuestras esperanzas en la llamada revolución democrática CULTURAL, como oportunidad de recuperar, consolidar y desarrollar todo el potencial que guardan las culturas que habitan estas tierras. Lastimosamente, la revolución parece haber llegado a su límite... "no podrá ir más allá de lo que ya avanzó... volvieron a vencer las fuerzas nacionalistas y no las revolucionarias" y, junto a esta sospecha que cada vez se hace mas constatación, las fuerzas sociales sufren el habitual acomodó: nuevas élites intelectuales, nuevas estructuras habitadas por viejos hábitos, nuevos ricos, nuevos reyes chiquitos.
Ejemplos deben haber varios... pero para los títeres, la fragilidad extrema se expresa en dos hehcos recientes:
1.- TARIJA. El año 2009 tuvimos la oportunidad a encontramos con un cultor de los títeres en la ciudad de Tarija: Cesar Siles - Títeres Farolito. Al siguiente año, Cesar organizó el 2do encuentro Nacional de Títeres con cuyo éxito fue posible comprometer a las autoridades a auspiciar otro evento para el 2011. La autoridades regionales fueron destituidas y con ellas destituidas las esperanzas....
2.- COCHABAMBA. Elwaky ha dado vida al único y exclusivo espacio para los títeres en Bolivia. No fue una tarea fácil y sus costos habría que compararlos con otras experiencias (por ejemplo el Taller Nacional de Títeres que tuvo una vida de 30 años y un equipo rentado por el Estado y, cuyos resultados no se aproximan a los del Teatrito del Parque). Al cabo de 8 años y cuando el proyecto de "reconstruir el teatrito" andaba viento en popa, "las autoridades pertinentes" han decidido suspender cualquier tramite... más aún, prohibir las funciones de títeres en el yá clásico espacio.
Podríamos arriar las banderas y darnos por vencidos... y eso es lo que pretenden. Hace unos años, una voz de América dijo que "si las revoluciones son verdaderas, o se triunfa o se muere en su intento"... nuestra apuesta por un arte libre es radical... o vencemos o moriremos en el intento. Nuestra motivaciones trascienden el interes personal, el mero negocio de circunstancia... nuestra moral es superior a la de ellos.
De manera particular, los artistas habíamos depositado nuestras esperanzas en la llamada revolución democrática CULTURAL, como oportunidad de recuperar, consolidar y desarrollar todo el potencial que guardan las culturas que habitan estas tierras. Lastimosamente, la revolución parece haber llegado a su límite... "no podrá ir más allá de lo que ya avanzó... volvieron a vencer las fuerzas nacionalistas y no las revolucionarias" y, junto a esta sospecha que cada vez se hace mas constatación, las fuerzas sociales sufren el habitual acomodó: nuevas élites intelectuales, nuevas estructuras habitadas por viejos hábitos, nuevos ricos, nuevos reyes chiquitos.
Ejemplos deben haber varios... pero para los títeres, la fragilidad extrema se expresa en dos hehcos recientes:
1.- TARIJA. El año 2009 tuvimos la oportunidad a encontramos con un cultor de los títeres en la ciudad de Tarija: Cesar Siles - Títeres Farolito. Al siguiente año, Cesar organizó el 2do encuentro Nacional de Títeres con cuyo éxito fue posible comprometer a las autoridades a auspiciar otro evento para el 2011. La autoridades regionales fueron destituidas y con ellas destituidas las esperanzas....
2.- COCHABAMBA. Elwaky ha dado vida al único y exclusivo espacio para los títeres en Bolivia. No fue una tarea fácil y sus costos habría que compararlos con otras experiencias (por ejemplo el Taller Nacional de Títeres que tuvo una vida de 30 años y un equipo rentado por el Estado y, cuyos resultados no se aproximan a los del Teatrito del Parque). Al cabo de 8 años y cuando el proyecto de "reconstruir el teatrito" andaba viento en popa, "las autoridades pertinentes" han decidido suspender cualquier tramite... más aún, prohibir las funciones de títeres en el yá clásico espacio.
Podríamos arriar las banderas y darnos por vencidos... y eso es lo que pretenden. Hace unos años, una voz de América dijo que "si las revoluciones son verdaderas, o se triunfa o se muere en su intento"... nuestra apuesta por un arte libre es radical... o vencemos o moriremos en el intento. Nuestra motivaciones trascienden el interes personal, el mero negocio de circunstancia... nuestra moral es superior a la de ellos.
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